Acerca del artista
Rafael Cauduro
Rafael Cauduro nació el 18 de abril de 1950 en la Ciudad de México. Es un reconocido pintor y muralista cuya obra se caracteriza por estar cargada con ilusionismo y jugar con la realidad y el tiempo. Es un alquimista moderno, que ha experimentado con una gama muy amplia de técnicas y materiales para lograr realidades a través de ilusiones ópticas, que parecen tener el poder de diluir entes y ciudad en un todo.
Rafael Cauduro llamó la atención desde niño por su habilidad para el dibujo. Viene de una familia tradicional donde ser pintor era algo muy lejano, casi inexistente. Cuando era niño su padre le llevaba a ver exposiciones de pintura a La Casa del Lago, sin faltar a ninguna. Su padre admiraba mucho a los artistas, pero de eso a que uno de sus hijos lo fuera había una distancia infinita. De 1968 a 1972, por insistencia de su padre, estudió la carrera de Arquitectura y Diseño Industrial en la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México.
Cuando su padre murió, Rafael Cauduro decidió no continuar con algo que hacía por obligación. En ese entonces se dedicaba también a la caricatura y la pintura. Así que en 1975 decidió ser un pintor profesional, es decir, dedicarse de tiempo completo a la pintura y vivir de ella. Su primer exhibición individual la realizó en La Casa del Lago, lo que fue para él cumplir un sueño. En su infancia y a lado de su padre, Rafael Cauduro había considerado ese lugar como algo sagrado. Vendió casi todas las obras de la exposición lo que le permitió viajar a Europa por un año. A su regreso se instaló en Cuernavaca y siguió pintando.
Por las características de su obra Cauduro ha tenido que indagar por cuenta propia en un número bastante amplio de materiales, técnicas y métodos para la realización de sus cuadros. Hace parecer el ladrillo como un ladrillo real, sin serlo. Hace parecer la madera como madera real, sin serlo. Hace parecer la piedra como piedra real, sin serlo. Hace parecer el metal como metal, sin serlo. Hace parecer el mosaico como mosaico real, sin serlo. Los personajes empiezan siendo reales, pero acaban siendo fantasmas que se mimetizan con su entorno. Él mismo describe su obra de la siguiente forma: “En toda mi obra existe la mentira o la ilusión, productos del manipuleo que hago del tiempo en mis cuadros. Con respecto a los materiales que empleo en mis obras siempre los seguiré mezclando, para ofrecer una mitad real y otra que es una ilusión. Me interesa tener una actitud crítica en cuanto a la realidad, por eso no acepto tanto el título de “realismo” dentro de mi obra. Creo que siempre he estado del otro lado de la trampa, del lado de la ilusión…”
Rafael Cauduro
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