pintura inteligencia artificial
pintura inteligencia artificial
Cada vez hay más herramientas que permiten crear diseños de forma automática, cuadros abstractos que en muchas ocasiones despiertan tanto sentimiento que no hay problema en llamarlo «arte».
Una de las herramientas es la famosa Wombo Dream, pero no es la primera, ni será la última.
La pregunta es ¿puedo crear algo con una inteligencia artificial y ponerle copyright? ¿Soy yo el dueño de los derechos de algo creado por una máquina?
Según la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos, la respuesta en no. En varias ocasiones han negado el intento de obtener los derechos de autor de una obra de arte que fue creada por un sistema de inteligencia artificial.
Esta semana el Dr. Stephen Thaler intentó registrar los derechos de autor de una obra de arte titulada «Una entrada reciente al paraíso«, pero la obra fue creada por una inteligencia artificial a la que llama Creativity Machine. Thaler solicitó registrar el trabajo como «un trabajo por contrato para el propietario de Creativity Machine», pero la institución responsable por los derechos de autor dicen que solo pueden darlos a «los frutos del trabajo intelectual fundados en los poderes creativos de la mente humana».
De esta forma, por lo menos en Estados Unidos, una obra con derechos de autor «debe ser creada por un ser humano», no se registrarán obras producidas por una máquina si no hay ningún aporte humano en la producción.
Los tribunales inferiores ya habían rechazado anteriormente este tipo de casos, como las fotos creadas por monos, por ejemplo, pero cada vez más se enfrentan a casos únicos que requieren meditar el tema. Thaler ya intentó que una IA llamada DABUS sea reconocida como inventora de dos productos en solicitudes de patente, algo rechazado tanto en la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido como en la Oficina Europea de Patentes.
En Australia las cosas cambian, ya que en 2021 se dijo que las invenciones creadas por IA pueden calificar para la protección de patentes. En Sudáfrica también tuvo éxito con el mismo asunto, por lo que parece que al final todo dependerá de donde queremos registrar lo que nuestro ordenador haga por nosotros.
Por otro lado existe siempre la polémica de lo que significa «intervención humana». Darle variables a un ordenador y apretar el botón para crear una obra… ¿es eso suficiente?